
Pasamos a cada apartado.
Comenzamos haciendo la señal de la cruz.
Jesús, quédate aquí, ya se hace de noche; el camino es largo y estamos muy cansados. Necesitamos que te quedes un rato más.
Quédate a decirnos tus palabras fuertes, las que calman la cabeza y nos hacen sentir bien. Mantén el corazón despierto, no nos dejes aburrir.
Quita las dudas y el miedo que tenemos. Míranos con tus ojos llenos de vida y luz; devuélvenos esa ilusión que perdimos.
Lava los pies que están sucios y nos duelen; despiértanos con acciones de amigo de verdad. Quédate y limpia nuestra cara y lo que sentimos;
quita esta tristeza y danos más esperanza. Quédate, Jesús, a comer con nosotros, y enséñanos las cosas importantes con calma.
Parte el pan para que lo compartamos; abre los ojos para que te podamos ver. Lo que buscamos lo vemos si caminamos contigo.
Quédate y haz nuevos nuestros sueños y planes. Danos tu alegría y tu paz otra vez; llévanos siempre a la gente, al día de hoy,
para ver tu cara en la cara de todos. Jesús, quédate aquí, ya se hace de noche; el camino es largo y estamos muy cansados.
Petición:
Le pedimos a Jesús que nos ayude a darnos cuenta de que Él está aquí, en lo que hacemos y en las personas que nos rodean, todos los días.
Terminamos haciendo la señal de la cruz.
Comenzamos hacemos haciendo la señal de la cruz.
Quédate, Señor, que se hace ya tarde,
que el camino es largo y el cansancio grande.
Quédate a decirnos tus vivas palabras
que aquietan la mente y encienden el alma.
Mantén en ascuas nuestro corazón torpe,
disipa nuestras dudas y temores.
Míranos con tus ojos de luz y vida,
devuélvenos la ilusión perdida.
Lava las heridas de estos pies cansados;
despiértanos vida con gestos humanos.
Quédate y limpianos rostro y entrañas;
quema esta tristeza, danos esperanza.
Quédate, Señor, comparte nuestras viandas
y muéstranos, paciente, tus enseñanzas.
Pártenos el pan de tu compañía;
ábrenos los ojos de la fe dormida.
De tus palabras cuelga lo que buscamos,
lo hemos visto caminando a tu lado.
Quédate y renueva valores y sueños;
danos tu alegría y tu paz de nuevo.
Condúcenos siempre al mundo, a la vida,
para ver tu rostro en rostros cada día.
Quédate, Señor, que se hace ya tarde,
que el camino es largo y el cansancio grande.
Reflexión personal
Le pedimos a Jesús que nos ayude a reconocerle en nuestro día a día , que abra nuestro sentidos para poder sentirle y verle en nuestro día a día y a través de nuestros hermanos.
Terminamos haciendo la señal de la cruz.