
Pasamos a cada apartado.
Este es un Salmo adaptado para cuando estamos tristes y queremos recordar que Dios está cerca.
1. Señor, Dios, ¿hasta cuándo me siento solo? ¿Hasta cuándo estás en silencio? Siento que tienes tu cara tapada. ¡Quiero verte y que me hables!
2. Mi corazón está con un nudo de pena, Tengo una preocupación todos los días. Los problemas me parecen gigantes. ¿Hasta cuándo van a ser tan fuertes?
3. ¡Mírame, por favor, y respóndeme, Señor! Tú eres mi Dios especial. Pon una luz de alegría en mis ojos, para no caer en el sueño de la tristeza.
4. No permitas que el miedo me gane la partida, ni que la pena diga: "¡Mira, no pudo!" No quiero que mis adversarios se rían si ven que mi fuerza se agota.
5. ¡Pero yo sé una cosa muy, muy grande! Yo confío en tu amor bondadoso. Mi corazón se pone feliz porque tú me salvas.
6. ¡Voy a cantar y a gritar de alegría al Señor! ¡Porque eres muy bueno conmigo!
Comenzamos viendo el video
Hacemos la señal de la cruz y en silencio vamos haciendo nuestro el salmo 13, con la confianza que Dios nos está escuchando a pesar de los momentos que podamos estar viviendo.
1 Del maestro de coro. Salmo de David.
2 ¿Hasta cuándo me tendrás olvidado, Señor?
¿Eternamente?
¿Hasta cuándo me ocultarás tu rostro?
3 ¿Hasta cuándo mi alma estará acongojada
y habrá pesar en mi corazón, día tras día?
¿Hasta cuándo mi enemigo prevalecerá sobre mí?
4 ¡Mírame, respóndeme, Señor, Dios mío!
Ilumina mis ojos,
para que no caiga en el sueño de la muerte,
5 para que mi enemigo no pueda decir:
"Lo he vencido",
ni mi adversario se alegre de mi fracaso.
6 Yo confío en tu misericordia:
que mi corazón se alegre porque me salvaste.
¡Cantaré al Señor porque me ha favorecido!