enero 15

5 Claves para mejorar la conducta de tus hijos

Si eres padre,  seguramente sabrás lo frustrante y desafiante que puede llegar a ser el mal comportamiento de los pequeños. Pero, ¿qué significa que un niño se porte mal? ¿Y qué debemos hacer para remediarlo?

Cuando un niño se “comporta mal” significa que está haciendo algo que no nos agrada a nosotros, es decir, se trata de una valoración arbitraria. Quizá el niño presente un problema de conducta, o quizá el problema no sea él sino la situación que lo rodea.

Si lo que está afectando al niño es la situación en la que se encuentra, enfocarnos en que él cambie sólo logrará lastimarlo, mientras que nosotros nos sentiremos frustrados. Por otro lado, si el pequeño realmente presenta un mal hábito que necesita ser modificado, es importante implementar técnicas correctas para que esto suceda y ayudarlo a desarrollar comportamientos más adaptativos.

1.- Causas que explican el mal comportamiento

Necesidades básicas. La mayoría de niños son activos por naturaleza y no podemos esperar que disfruten de estar encerrados en casa mucho tiempo. Necesitan realizar ejercicio físico y estar en contacto con el medio ambiente. También, una comida muy atrasada o la alteración del ciclo del sueño pueden ser propiciadores perfectos de una rabieta.
Causas médicas o farmacológicas. A veces, no es que el niño se esté portando mal, sino que está enfermo o no se encuentra bien y, al no poder comunicarlo con palabras, manifiesta malestar, distrés o irritabilidad debido a algún problema orgánico. También puede darse el caso de que se trate de una mala reacción farmacológica. Asegúrate siempre de consultar con el pediatra la medicación a administrar.

2.- Cómo explicarle lo que se espera de él

Como adultos, a veces olvidamos que la niñez es una etapa llena de primeros pasos y novedades acerca del mundo que nos rodea, que estimulan a los niños y despiertan en ellos una curiosidad insaciable.

Si un niño habla fuerte, pregunta, corre y toca todo lo que ve cuando entra por primera vez en la sala del dentista, no se está comportando mal, simplemente está explorando un mundo que es desconocido para él y del cual no comprende las reglas implícitas de comportamiento. Deberíamos, pues, explicarle y mostrarle lo que verá y, así, prepararlo para la novedad con cierta anticipación.

3.- ¿Quién es el que tiene un “mal comportamiento”?

Los niños pueden ser muy tiernos, pero también pueden ser desordenados y ruidosos, y hacer muchas cosas que no nos agradan. Los pequeños requieren nuestra atención, cuidado y cariño mucho más de lo que, a veces, algunos adultos están dispuestos a ofrecer. No podemos esperar que los niños se comporten como adultos pequeños ni que se queden mucho tiempo en un mismo lugar.

Es importante reevaluar las situaciones con un poco más de paciencia antes de afirmar que un niño se está portando mal. Quizá simplemente se está comportando como un niño sano, vivo, enérgico y curioso con conductas típicas de su edad. De esta manera, puede ser uno mismo el que está teniendo un mal comportamiento al no ser lo suficientemente tolerante.

4.- Modula la estimulación que recibe el niño

La estimulación es muy buena para los niños. Un ambiente rico y diverso en estímulos puede permitir que el pequeño obtenga más experiencias del entorno y aprenda a gran velocidad. Sin embargo, cualquier exceso puede ser perjudicial:

◾Un ambiente demasiado cargado de estímulos (ruido, luces, actividad excesiva, etc.) puede sobrepasar la capacidad de los niños para afrontarlos, crear confusión y dar lugar a la manifestación de signos de sobreexcitación y ansiedad.
◾Por otro lado, una estimulación muy baja puede generar aburrimiento. Actividades como hacer trámites con los padres o ir de compras pueden ser un gran fastidio para un niño. En estos casos, es normal que el pequeño reaccione de modos que podríamos calificar como “mal comportamiento”, ya que su umbral de paciencia y tolerancia a la inactividad no es el mismo que el nuestro.

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