El avance de los «pendrives» y el almacenamiento «online» ha logrado desplazar en gran medida a los medios ópticos convencionales, y la tendencia anticipa un descenso aún más pronunciado en su uso, pero eso no cambia el hecho de que algunos discos son muy valiosos para nosotros, y una raya en la superficie puede causar múltiples problemas.

La idea de reparar por completo un disco rayado usualmente requiere la intervención de equipo adicional, pero existen varios trucos para disminuir sus efectos y recuperar los datos.

Bueno… todos hemos estado en esa trinchera: Uno de nuestros discos ópticos tiene una raya en su superficie, y ha decidido pedir el retiro anticipado. Hay ocasiones en las que dicha raya no es una raya verdadera, sino una marca de suciedad que puede ser eliminada fácilmente con una microfibra. Sin embargo, ese sería el mejor de los casos. En el peor, y más allá de su tamaño, la raya es lo suficientemente profunda para neutralizar al disco completo, y prohibir el acceso a su contenido. Debido a políticas internas absurdas establecidas por las grandes compañías, el usuario está obligado a utilizar sus discos originales en consolas de videojuegos, pero si se trata de audio o películas, siempre vamos a recomendar el respaldo para uso personal, por más que los halcones del copyright sufran un ataque. Cada disco que has comprado es una inversión, y tienes el derecho de protegerla. Dicho eso, volvamos a los discos rayados…

Vaselina

La aplicación de vaselina no está orientada a eliminar las rayas, sino a reducir (o por qué no eliminar) el impacto que causan durante el proceso de lectura, por lo que es una excelente primera opción. Debería estar disponible en casi cualquier tienda o farmacia. Su aplicación no es ninguna ciencia: Cubre la superficie con la sustancia, comienza a trabajar desde el interior del disco hacia el borde (los movimientos circulares no se aconsejan) usando una microfibra o uno de esos paños que vienen con las gafas, y elimina el exceso. Si todo sale bien, lograrás obtener una lectura sólida que permita su uso o respaldo inmediato (recomiendo lo segundo).

Dentífrico, Brasso, etc.

La red de redes está repleta de alternativas para reparar discos cuando la vaselina no tiene efecto. En la mayoría de los casos, se menciona el uso de materiales con cierta capacidad de pulido, entre ellos el dentífrico (blanco, tradicional), los productos conocidos como Brasso (cobre, bronce, acero inoxidable) y Silvo (plata y oro), los compuestos para pulir carrocerías, cera de muebles, y hasta bananas o mantequilla de maní. Las sugerencias de Brasso y Silvo van cargadas con advertencias adicionales, ya que en parte se comportan como solventes (después de todo, el disco no deja de ser plástico), y el Brasso tiene amoníaco. En lo personal, recomiendo experimentar con discos de poco valor, y ver cómo responde cada opción. El método de trabajo es idéntico al de la vaselina: Desde el interior del disco, hacia su borde.

Máquinas dedicadas

Hay un detalle que no cambia, y es que jamás seremos tan precisos como un brazo mecánico para ciertas tareas. Los discos ópticos rayados no escapan a eso, y con el paso del tiempo han surgido en el mercado soluciones especializadas, basadas en una combinación de papel de lija, y discos para pulir. Los dos productos más reconocidos son SkipDr. y JFJ Easy Pro. El primero funciona de forma manual, convirtiéndose así en la opción más económica, pero los vídeos y los comentarios asociados al JFJ Easy Pro definitivamente lo posicionan como un sistema digno de su precio, que puede oscilar entre los 120 y los 150 dólares. De más está decirlo, no tiene sentido comprar una máquina para corregir un único disco, pero si tienes docenas de CDs, DVDs, y el ocasional Blu-ray para procesar, necesitarás algo como esto.

Como siempre en estos casos, paciencia. Trabajar en un lugar limpio y ventilado, con una superficie plana y buena iluminación definitivamente ayuda, pero combatir las rayas en un DVD no es algo que deba hacerse a las apuradas. Entre las recomendaciones finales, evita las toallitas de papel (pueden hacer más daño aunque parezca mentira), y si el plan es usar alcohol para limpiar un disco, trata en lo posible que sea isopropílico, diluido en un poco de agua por si acaso. ¡Buena suerte!

Artículo original en neoteo.com